Cualquiera que haya tratado alguna vez con joyas de oro se habrá dado cuenta de que llevan grabados unos números pequeños. Estos números se llaman ley del oro: indican la calidad y el valor de la pieza. Cuanto mayor es la ley, mayor es el contenido de oro de la joya.
El hecho es que las joyas rara vez están hechas de oro puro por varias razones. Por lo general, la aleación también incluye plata, cobre y, a veces, paladio. Estas mezclas confieren al metal una mayor solidez y permiten crear nuevos colores de joyas de oro.
Existen diferentes sistemas para determinar la ley, pero los más comunes son el sistema métrico y el de quilates. En el primer caso, el porcentaje de contenido de oro en la aleación se mide en miligramos; y en el segundo, en quilates.
Así pues, la ley es la «clave» para entender la calidad y el valor de los productos de oro. Vea el nuevo vídeo y aprenda a determinar la pureza del metal precioso.