El aumento constante de los precios afecta la vida de cada persona. Debido a la inflación, el poder adquisitivo de la moneda ha disminuido, y ahora incluso tener ahorros no garantiza que haya suficiente dinero para todo lo necesario.
Esto hace que nos preguntemos cuál es la mejor manera de proteger el dinero acumulado de la depreciación. Los argumentos de los expertos financieros, que advierten de una nueva amenaza en el horizonte, han dado mayor importancia a esta cuestión. En los debates económicos es cada vez más frecuente la palabra «estanflación».
¿Qué significa este término?
La estanflación es una situación en la que la subida de precios va acompañada de un declive de la economía, una ralentización de la producción y un desempleo masivo.
Los síntomas de este fenómeno ya se observan en muchas partes del mundo. Los precios de la energía están subiendo: desde enero, el carbón ha subido un 69 % en promedio en todo el mundo; el gas, un 55 % en Estados Unidos y un 27 % en Europa.
Según el Banco Mundial, el petróleo ha subido un 350 % en los dos últimos años, una subida de precios que no se había producido en casi medio siglo. Los precios inasequibles de la energía pueden provocar un descenso de la producción a nivel mundial.
En este contexto, un claro ejemplo de Seguridad Financiera lo proporcionan los bancos centrales, que reponen diligentemente sus reservas de oro. El oro se utiliza tradicionalmente como activo de protección durante las crisis económicas.
El metal precioso protege los ahorros de la inflación y ayuda a superar la crisis con mínimas pérdidas financieras.