Habiendo subido durante tres semanas seguidas, los precios del oro alcanzaron el máximo anual el 8 de septiembre: 1.352 dólares por onza. La razón principal fue el debilitamiento del dólar debido a las dudas sobre la tercera subida de tasas este año.
La situación en el mercado se ve exacerbada por el tenso entorno en Corea del Norte y las consecuencias de los devastadores huracanes en Estados Unidos. Europa tampoco está tranquila: después del Brexit, la economía de la UE sigue siendo inestable, y los ataques terroristas agregan combustible al fuego. Los inversores buscan la salvación en activos seguros, dando preferencia al oro.
En las próximas semanas, se publicará toda una serie de datos que tendrán un impacto directo en el oro y otros metales. Los más importantes son los siguientes:
- Informe del Índice de Precios al Productor (EE.UU.)
- Informe de inflación (Reino Unido, Canadá)
- Decisión sobre tipos de interés e informe sobre la política monetaria (Suiza, Reino Unido)
- Datos sobre inversiones en activos fijos (China)
La mayoría de los expertos predicen el crecimiento de la cotización del oro, mientras que las monedas del mundo se debilitan, y estos pronósticos parecen veraces.
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